Las necesidades del césped en invierno y en verano varían. Así, en septiembre, tras el cierre de las piscinas es conveniente cortar el césped lo más bajo posible con el objetivo de retirar toda la parte amarillenta que queda tras el verano. Tras el corte se debe abonar el césped para que crezca con mayor fuerza y se replanta en las zonas donde se haya perdido.En esta época del año, otoño-invierno, el riego debe ser diario de unos cinco a diez minutos bien por aspersión o por difusión.
El abonado se debe repetir cada quince o veinte días en función del aspecto que presente el césped, e incluso puede alargarse hasta periodicidad mensual.
Por otra parte, a partir de mayor o junio se debe regar de quince a veinte minutos de manera diaria, ya que el calor se intensifica. También será a partir de estos meses cuando el césped comience a cortarse más ligeramente, permitiendo que alcance una mayor altura, mientras que el tipo de abonado debe pasarse a lento y la cantidad de abono se reduce a la mitad.
En cuanto a los cortes, en invierno el césped se corta una vez cada dos semanas, mientras que en verano el corte se realiza una vez a la semana, aproximadamente.