Las instalaciones de las guarderías deben ser tratadas con especial esmero, prestando especial cuidado a los pavimentos, sanitarios y aulas. Y es que en una convivencia de tantos niños y bebés es necesario poner todo el esfuerzo y las medidas para evitar el riesgo de propagación de enfermedades originadas por el mal estado de limpieza del centro.
Es por ello que los productos estarán totalmente homologados y no serán peligrosos para el contacto humano, debiendo contar con su etiquetado correspondiente.
En cuanto a la limpieza en sí, es necesario dedicar un tiempo del proceso al saneamiento de dependencias, mobiliario, juguetes y demás objetos. En este sentido, la limpieza y desinfección deben realizarse a diario, con desinfectantes de suelos, servicios higiénicos y cocina, de tal forma que la aplicación de estos productos no suponga riesgo para los niños. Asimismo, la eliminación de la suciedad ambiental como es el polvo y los pequeños residuos, se realizará por aspiración o con el uso de una mopa de microfibra húmeda, pero nunca con un barrido en seco.
Si os preguntáis porqué mopa, la respuesta está relacionada con su forma y uso. La mopa se compone de un soporte de plástico resistente con suela de láminas de caucho en el que se pone un tejido impregnado-capta polvo, que se adhiere perfectamente al suelo recogiendo toda la suciedad y polvo depositada. El tejido impregnado no tiene ningún tipo de toxicidad. Por ello, capta el polvo de forma eficaz, evita levantar polvo en el ambiente y mejora el nivel de limpieza.