Si cuando llegas a la puerta del garaje de tu casa o comunidad te encuentras la sorpresa de una pintada o grafiti encima de la puerta, una de las primeras preguntas que uno se hace es cómo quitarla. Así, si la puerta es metálica, la solución más eficaz será el lijado de toda la superficie de la puerta y su posterior pintado.
En este sentido, tras lijar y pintar la puerta, es importante que se empapele todo el contorno exterior para evitar molestas manchas. En cuanto a la aplicación de la pintura, es posible realizar la acción de manera rápida y sencilla con una pistola de pintura, y será necesario aplicar dos manos de esmalte sintético del mismo color o similar al que tenía la puerta previamente.
Por otra parte, si en la parte superior o lateral de la puerta tiene un enrejado, también será necesario el lijado y pintado de esta superficie para una unificación de la imagen.