El riego de las plantas

Cada planta tiene unas necesidades de agua diferentes, pero además, dependiendo de la época del año, esas necesidades también sufren modificaciones.

Por ello, con la finalización del verano y la entrada del otoño, días más frescos y poco a poco más cortos, baja la necesidad de consumo de agua de las plantas.

En este sentido, es necesario fijarse en un aspecto fundamental. Cuando no se sabe exactamente cuánta agua requiere cada  planta, se puede saber por su apariencia. Si la planta comienza a secarse por la punta de las hojas quiere decir que tiene falta de agua, pero si al contrario, comienza a ver tonalidades de secado por la parte interior de las ramas o hojas, cercanas al tronco, será indicio de que la planta está recibiendo más agua de la que necesita.

En este mismo sentido, si la planta es de hoja menuda o pequeña y se encuentra en el exterior de la vivienda, el requerimiento de agua será menor, ya que tiene más facilidad para autosuministrarse agua, gracias por ejemplo al rocío. Ejemplo de ello es el ciprés, que requiere de muy poco riego.