En verano la piscina se convierte en lugar de peregrinación de niños y adultos, ya que es una de las mejores opciones para sobrellevar las calurosas mañanas y tardes. Es por ello que si normalmente hay que tener un especial cuidado con el mantenimiento de las instalaciones en los días estivales ese cuidado debe extremarse para evitar que el agua se estropee.
Así, es importante realizar un filtrado de 12 horas, cada 24 horas, para una piscina de dimensiones aproximadas de 150-200 metros cuadrados. En este sentido, es interesante que el filtrado se comience por la mañana y se realice durante toda la jornada diurna, hasta que haya bañistas, ya que es cuando el agua toma más grasa.
En este sentido, cada semana hay que realizar una limpieza de filtro, que provocará que el agua que sale por los impulsores adquiera mayor fuerza.