La cloración de choque es una acción que se lleva a cabo en piscinas que presentan agua verde o turbia. El objetivo de la cloración de choque es devolver el color y la salubridad al agua en poco tiempo, para ello es necesario realizar un vertido de mucho cloro para que al contacto con el agua provoque una reacción que limpie el agua. Hay que procurar no hacerlo cuando se vaya a a utilizar la piscina y tampoco más de tres veces en una misma agua.
En este sentido, para los procesos de cloración de choque se recomienda el uso de cloro líquido, ya que el cloro en pastilla cuenta en su composición con un elemento como es el isocianuro que queda en el agua y que cuando se presenta en altas dosis (por encima de 130) anula la medición del nivel de cloro, siendo imposible conocer en qué medida se encuentra.
Tras producirse el aclarado del agua es necesario comprobar el estado del PH para regularlo.