Los grupos de presión requieren de revisiones periódicas y continuas para asegurar su correcto funcionamiento. De esta manera, el mantenimiento no sólo se realiza mensualmente, con revisiones de válvulas, mecanismos y llaves de paso, entre otros aspectos; sino que también trimestralmente es necesario llevar a cabo una serie de tareas.
De esta manera, es importante realizar repasos de pintura cada tres meses para evitar óxidos; así como proceder a un purgado del calderín del grupo de presión. Con estas medidas se asegura un correcto funcionamiento y se alarga la vida útil tanto de las piezas de manera individual como del grupo de presión en sí.