Uno de los elementos de las zonas comunes que requieren una limpieza periódica y en profundidad para eliminar las el polvo y la sociedad que se va impregnando en ellos son los techos de chapa.
Así, para limpiar este tipo de techos es conveniente desempolvar primero la zona con un cepillo, utilizando una brocha para la limpieza de las rendijas de difícil acceso. Posteriormente, el fregado se realizará con un paño húmedo y detergente.
La principal dificultad que presenta este tipo de superficies es la altura a la que se encuentra y el difícil acceso en determinadas ocasiones, por ello es importante extremar las medidas de seguridad cuando se utilicen escaleras.